al hada candela,
pyro azul, lunar del desierto
me queda nada más que dibujarte aquí, niña,
sin otro talento que este espanto.
acobijarte los maltratos,
darte de mamar.
sin que supiera donde nacías
regaba tu oficio.
sin calles por donde perseguirte,
yo latía en tus senderos.
me daba por bailar,
entre célula y célula
pedía escuchar tu nombre.
si prestaba atención
te podía ver persiguiendo un conejo o un saltamontes;
te trepabas a los ríos como cacica,
desenfundabas la locura y nadie quería pararte.
cargabas el peso del mundo,
había sed de violencia en tus ojos
de Alejandría.
calma mediante, podía acercarme,
lamer tu cebo de lagartija,
una humana entre las diosas,
una perla en la oruga de seda.
podías ver en la oscuridad,
imitar cada sonido de estrella o un silbido de lechuza.
me exigías carne y sangre para hacer collares benditos.
estoy sola, niña,
estoy viéndote desde el jardín.
me acerco con sigilo
ningún paso desde aquí me lleva más a la muerte
o a nacer dentro del agua,
ser del agua,
un espíritu del agua.
Tú no, nunca.
naces del fuego con una voz por esculpir.
hojas rubí que caen en tu nacimiento,
Traen savia los árboles en tu bienvenida
1 comentario:
*silbatos* *bombos* queremos leer cosas nuevaas
un abrazonn : )
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